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viernes, 22 noviembre, 2024

El desdoblamiento y los viajes astrales, la experiencia más surreal

En esta nota, abordamos el fenómeno del desdoblamiento astral, supuesta experiencia extracorpórea que muchos han asegurado vivir.

¿Has tenido la sensación de flotar en el aire después de quedarte dormido, o que una sustancia inmaterial tuya se desprende de tu cuerpo físico para recorrer un espacio de la realidad?

Pues bien, este es el relato que muchas personas en el mundo han confesado vivir en algún momento de su vida. Algunas, tuvieron la experiencia de improviso, como una sorpresa inesperada. Mientras que otros, han puesto todos sus esfuerzos en provocarla, buscando satisfacer su propia curiosidad e interés en lo oculto.

A esta sensación, la comunidad la ha bautizado con varios nombres: viaje astral, proyección astral, proyección de la conciencia, o desdoblamiento.

Desdoblamiento astral

¿A qué se refiere con desdoblamiento? Pues la sensación a la que apuntan los relatos a una desconexión entre la sustancia del ser (a lo que algunos llaman alma o espíritu) y el cuerpo.

Es decir, un desprendimiento entre ambos elementos, supuestamente unidos y existentes, según diversas creencias espirituales y corrientes de pensamiento filosóficas. Platón, por ejemplo, concebía al cuerpo como una suerte de cárcel del alma, pero unidos al fin.

Los desdoblamientos no son fenómenos comprobados por la ciencia, y la psicología aún no se explica cuál es la naturaleza y causa de ellos. Tampoco figura como objeto de investigación, pues la experiencia, por su extrañeza, se relaciona más con la espiritualidad, la fe, lo místico, la religiosidad y lo oculto.

Como se sabe, dichos rubros están muy alejados del metódico pensamiento de las ciencias. Sin embargo, eso no implica desmerecer los relatos, pues tanta convergencia de experiencias, de hecho, orillan a pensar que es un fenómeno real, y que los secretos de la mente humana aún siguen componiendo un vasto océano.

La liberación del alma

Algunos han apuntado a que, al momento del desdoblamiento, la consciencia etérea sale del cuerpo, al que puede ver en tercera persona, reposando sobre el lugar donde esté. Muchos cuentan que pueden desplazarse en ese mundo, volar. Este universo sería un calco de la realidad, pero en otra dimensión, no accesible de forma «normal».

Muchos, en ese momento, caen presos de una felicidad magnánima, ante el asombro de la experiencia, y al tener propio dominio sobre su «cuerpo volador», intuyen que la forma de regresar no puede ser otra que volviendo al lugar de donde se partió. Sin embargo, algunos no quieren, porque el trance es casi una experiencia divina.

Algunos cuentan que tuvieron el viaje por una serie de factores, como consumo de sustancias y privación del sueño, y que atestiguaron imágenes vívidas de su infancia. Y otros, han sentido o visto la presencia de lo que interpretan como «entes», a los que han percibido como una dualidad irrompible: buenos y malos.

Los malos ratos

Las experiencias no tan placenteras atestiguan temor ante el abandono del cuerpo, pues alegan que queda «desprotegido» ante los entes que habitan el plano astral, y algunos de los cuales no tendrían las mejores intenciones.

Bajo esta idea subyace el concepto de «posesión«, la supuesta toma, soberanía y apropiación de un cuerpo ajeno, de parte de una entidad inmaterial.

En definitiva, las experiencias astrales no pueden reducirse a solo un conjunto de factores psicológicos, pues sería desconocer las cualidades profundamente espirituales que ostenta el ser humano, por naturaleza, y su relación con la divinidad.

Sin embargo, por ese mismo carácter, no pueden desarrollar un valor de axioma, de verdad comprobada. Por lo que lo más seguro es que, como tantos otros fenómenos y misterios de la mente (y del universo), continúe en la senda del enigma.

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