El primer martes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, un evento organizado por Iniciativa Global para el Asma (GINA).
El objetivo es involucrar a los pacientes con la atención y control del asma, reducir los posibles factores de riesgo y enseñar a las personas qué se debe hacer ante un ataque o crisis de esta enfermedad.
Esta fecha se celebró por primera vez el 5 de mayo de 1998, en el marco de la primera Reunión Mundial sobre esta fatiga efectuada en Barcelona, España.
El asma es una patología de las vías respiratorias que ocasiona que los pulmones no funcionen de forma correcta. Esto provoca que, tanto la entrada como la salida del aire, no sean de calidad por una inflamación crónica del aparato respiratorio.
Por lo general, las personas que sufren esta enfermedad, son más vulnerables a factores externos como el clima, el polvo, humo y sustancias químicas, los cuales pueden desencadenar un brote de asma.
Principales síntomas del asma
El asma es considerado como un padecimiento crónico, que genera una serie de síntomas que pueden variar de acuerdo a la frecuencia, duración e intensidad:
- Respiración sibilante, caracterizada por la presencia de sonidos similares a los de un silbido. Es más notable si la persona está agitada o cansada.
- Tos improductiva, que suele ser más recurrente durante la noche y en las primeras horas de la mañana.
- Dificultad para respirar y sensación de ahogamiento.
- Sensación de opresión en el pecho.
- Puede haber presencia de secreción o mucosidad al toser.
Video/HGM-TV
Para el control y prevención de ataques de asma es indispensable tomar en cuenta las siguientes precauciones:
- Seguir las indicaciones del tratamiento médico que ha sido prescrito por el especialista.
- Asistir de forma periódica a los controles médicos.
- Usar los controles en caso de manifestarse un brote de la enfermedad.
- Evitar los factores externos que puedan incidir en una crisis de asma.
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