En 1967, el entonces general boliviano activo, Gary Prado Salmón, capturó a uno de los líderes de la revolución cubana, de nacionalidad argentina, Ernesto Guevara de la Serna, mejor conocido como el «Ché» Guevara.
La noticia fue conocida a través de las redes sociales de su hijo, Gary Prado Araúz, quien, por medio de su cuenta personal de Twitter, escribió unas palabras de conmemoración y homenaje a la carrera de su padre, haciendo referencia a él como persona.
Padro ya se encontraba inestable de salud. Para mediados de abril, según comentó la familia, estuvo hospitalizado en Bolivia, debido a complicaciones. Sin embargo, sus allegados tenían la esperanza de que saliera adelante. No fue así.
¿Quién era Gary Prado Salmón?
Él comandó, en 1967, una patrulla al suroeste de Bolivia. ¿El objetivo? Capturar, sin tregua, a uno de los líderes de la revolución cubana. En dicha ocasión, Guevara se encontraba herido, luego de enfrentamientos previos a su detención. Un día después, tal cual la orden dada desde los altos mandos del Ejército, le ejecutaron.
En ese mismo año, el Congreso de Bolivia lo nombró como un héroe nacional, por defender al país de lo que, en aquel momento, el general René Barrientos, consideró como «invasión extranjera subversiva».
Para el año de 1981, un disparo accidental le provocó permanecer en silla de ruedas, debido a que tocó fibras sensibles de su columna. En 1988 se retiró por completo de la carrera militar.
La noticia tuvo cierto grado de relevancia, por el alcance histórico que tenía, luego de que, tras 56 años de aquel suceso, nunca se supo más de las personas que, en aquel momento, habían terminado con la vida del «Ché» Guevara.
Hasta donde se conoce, el funeral se llevó en privado, solo para personas cercanas. Uno de los muy contados personajes que emitieron condolencias fue el ex director del Banco Central de Reserva de Bolivia, Gabriel Espinoza.
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