Panchimalco es el municipio de las palmeras y flores. Se conoce así por su festival popular y colorido, llamado Feria Cultural de las Flores y las Palmas, o la Procesión de las Palmas.
El día de ayer, 7 de mayo, las calles, casas y parques del municipio se llenaron de música, colores, olores y sabores, durante la celebración de la 41.ª edición de la Feria de las Flores y las Palmas.
Cientos de turistas se hicieron presentes para disfrutar de las actividades realizadas. Entre ellas, el Festival Latinoamericano de Danza Folclórica, donde muchos bailarines, nacionales e internacionales, demostraron su talento.
Video/TCS
Esta actividad se lleva a cabo cada año, durante el primer domingo de mayo. Los lugareños hacen una Cofradía de las Flores y las Palmas, en honor de la Virgen María.
Además, desarrollan una procesión, que parte desde tres puntos de la localidad, cargando imágenes de la Virgen María. Los asistentes llevan palmas de coco, decoradas con flores de la temporada.
Esta celebración es una mezcla de la religión católica y las costumbres precolombinas, que, además, coincide con el inicio de la época lluviosa del país.
Video/TCS
Panchimalco, un sitio de mucha historia
Este municipio es uno de los más pintorescos y coloniales del departamento de San Salvador. Su nombre proviene del náhuatl. Se traduce como panti: bandera; chimal: escudo; co: en, lugar. Su significado es “lugar de banderas y escudos”.
Panchimalco se encuentra a 14 km de la capital salvadoreña. Es famoso por sus historias y costumbres. Durante la conquista de los españoles, a este sector se le llamó “El fuerte”, por la forma cóncava de su terreno.
Una usuaria de Twitter, bajo el nombre @MonarchieRoyale, escribió:
«Niñas vestidas con trajes tradicionales esperan bailar durante el 41º Festival de Flores y Palma en el pueblo indígena de Panchimalco. Cada mes de mayo, los miembros de la Hermandad Católica celebran la fiesta de las Flores y las Palmas en honor a la Virgen María, recogiendo las flores de Mayo».
La zona de Panchimalco perteneció a la parroquia de San Jacinto en 1770. Después de seis años, pasó a formar parte de San Salvador.
La mayor riqueza de este punto son sus orígenes autóctonos, como el idioma náhuatl y la cultura tolteca. Es de los pocos sitios salvadoreños donde se encuentran grupos étnicos que mantienen las tradiciones de sus antepasados. Ahí puede vivirse la cultura de los pueblos originarios de El Salvador.
Te podría interesar: ¡Hay pupusas de chocolate amor!
