El sector aledaño al lago de Güija, en Santa Ana, está experimentando una intensa ola de calor que afecta a sus habitantes. Según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), la temperatura en el lugar llegó hasta los 41 grados Celsius durante el fin de semana, superando el récord de 2016, cuando se reportaron 40.2 °C.
Uno de los residentes, José, dijo que los efectos del fenómeno están incidiendo sobre su ganado, pues una vaca, según él, ya se murió de calor. Además, admitió que ahora percibe que hay más calentamiento que antes. «Hoy está exagerado, hay mucha calor», confiesa.
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El hombre piensa que el asunto se debe a la deforestación, pues los árboles son los que absorben el dióxido de carbono, y lo transforman en oxígeno, en el proceso de fotosíntesis. Y como no hay vegetación, el carbono emitido se dirige de forma directa a la atmósfera, provocando calentamiento global.
Las medidas
Varios habitantes ya empezaron a ejecutar medidas, para hacer frente al intenso calentamiento. Una de las que pone en práctica Antonio Arita, residente, es tomar bastante agua, para compensar el líquido perdido por la sudoración, provocada por el calor.
Otra de las tácticas, es el consumo de bebidas energéticas.
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María Sandoval tiene otras estrategias, como tirar agua frente a su casa, para reducir el vapor caliente del suelo. También confirma que ha sentido «mucho aumento» de temperaturas.
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Olas de calor en distintos puntos del país
La zona del lago de Güija no fue la única que registró niveles récord de calor en El Salvador durante el fin de semana, pues otros puntos también fueron víctimas del mismo fenómeno, como el Puente Cuscatlán, San Miguel, Puerto Parada, y Santa Ana.
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