Uno de los personajes más célebres del siglo XX, aclamado por su genio e invención, es Albert Einstein. Y razones no le faltaron, pues el científico alemán brindó al mundo nuevas concepciones sobre el Tiempo, el Espacio y la Gravedad, y sus aportes son fundamentales en la historia del conocimiento humano.
Uno de los temas que más ha aquejado a la humanidad desde sus albores es la felicidad. Muchos viven buscando la llave y los secretos que permitan acceder a ella.
Para algunos, estas expediciones constituyen un verdadero suplicio, pues su emprendimiento no siempre tiene un buen término.
Lo que dijo Einstein
Einstein, en alguna ocasión, escribió sobre la felicidad, y plasmó su concepción de la misma, en una nota que entregó a un empleado de un hotel de Japón.
Como se sabe, luego de que alguien célebre muere, resulta curioso para los historiadores ver sus notas o correspondencias, pues a través de ellas se accede a una parte del pensamiento del autor.
Las dos notas datan de 1922, y fueron vendidas en 2017 en una casa de subastas de Jerusalén, por la friolera de $1,560,000.
En ellas, detalla las palabras que le dedicó al tema:
««Una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito, y la constante inquietud que implica».
Asimismo, expandió que, si el ser tiene voluntad, un sendero se abre delante de él:
«Donde hay una voluntad, hay un camino».
Sin embargo, resulta curioso, pues en algunos escritos deslizaba que no le gustaba mucho el término «felicidad», y se decantaba más por otros:
«Los ideales que siempre han brillado delante de mí, y me han llenado de la alegría de vivir son la bondad, la belleza y la verdad. Hacer un objetivo de comodidad o felicidad nunca me ha atraído».
Sea como sea, Einstein consideró que se puede acceder a las puertas de la felicidad con la simple condicionante de vivir una vida humilde y tranquila.
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