El cáncer de piel es el crecimiento anormal de las células de la epidermis, que suele desarrollarse si se expone demasiado al sol. Pero esta forma frecuente de cáncer también puede ocurrir en zonas que, por lo general, no están expuestas a la luz solar.
Video TCS/ Reportaje elaborado por: Fabiola Hernández.
Según expertos, el cáncer de piel se da, sobre todo, en las zonas más expuestas, como el cuero cabelludo, el rostro, los labios, las orejas, el cuello, el pecho y los brazos. Sin embargo, es posible que se forme en las manos, pies y áreas genitales.
Tipos principales de cáncer de piel
El cáncer se origina cuando las células del cuerpo comienzan a crecer sin control.
- Carcinoma basocelular: Los CBC es la forma más común de cáncer de piel, pues pueden tener el aspecto de llagas abiertas, manchas rojas, crecimientos rosados, bultos brillantes, cicatrices o protuberancias con bordes elevados de forma leve, y enrollados, o con una hendidura central.
- Carcinoma espinocelular: este es el segundo tipo de cáncer de epidermis más frecuente después del carcinoma de células basales. Por lo general, se desarrolla en áreas expuestas al sol, pero puede crecer en cualquier parte de la piel o en la boca, donde la exposición a los rayos UV es mínima.
- Melanoma: se origina cuando los melanocitos, que son las células que dan a la misma un color bronceado o marrón, comienzan a crecer fuera de control.
Un dato muy importante es que la mayoría de los casos de cáncer de piel tienen su razón en la exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV) del sol, las camas bronceadoras o las lámparas solares. Estos pueden causar daño a las células de la piel. A corto plazo, son capaces de provocar una quemadura solar.
Pero, a medida que pasa el tiempo, su daño se acumula, causando cambios en la textura de la piel, envejecimiento prematuro y cáncer de la misma.
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