La danza rítmica tiene un estilo peculiar de práctica, ya que, no solo se debe de preparar una coreografía para mostrar un baile, sino también, coordinar cada movimiento de manos y pies para conseguir los aplausos y gratificaciones de los jueces. Sarita, atleta, logró cumplir el sueño que un día se propuso: representar al país afuera de las fronteras.
Y es que falta muy poco para que este anhelo se convierta en realidad. Sarita es una persona con síndrome de down, pero eso no le impidió, ni a ella ni su familia, poder ser ese pilar fundamental de constancia y disciplina en la danza rítmica.
Su madre, Ruth Carranza, aseguró que todo el esfuerzo que ha realizado hasta este momento, le ha llevado a dar un cambio significativo para la vida de ambas.
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Sarita asegura que, cuando sea su turno para competir contra sus contrincantes, la meta está clara, obtener muchas medallas y todas de oro.
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Cubierta bajo un manto de amor incondicional por parte de su familia, Sarita, día con día, se esfuerza en cada entrenamiento para mostrar que, todo aquel apoyo y confianza que le han brindado, obtenga los frutos que valgan la pena.
Además, su madre, mencionó que no es una actividad que está alejada de su infancia. Aseguró que, desde los primeros años, ella siempre quiso salir de cachiporra, y cuando lo pudo hacer, pudo cumplir esa meta. Sin embargo, también se tuvo obstáculos y es que, bajo la opinión de otras personas, el incluirla a una escuela especial de danza no era la mejor decisión, ya que aseguraban que no iba a poder desarrollar tal habilidad.
El viaje a Alemania de Sarita
Cristina de Rivas, su instructora de danza rítmica, menciona cuáles son las aspiraciones actuales que se tienen para poder competir en las olimpiadas especiales, en el 2023, a llevarse a cabo en Alemania.
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Tanto para la madre de Sarita, como para otros padres de familia, han asegurado que este tipo de prácticas deportivas sirven de ejemplo, a pesar de que en la vida uno tenga barreras, estas pueden saltarse sin ningún problema y llevar hasta cumplir, no solo uno, sino muchos sueños.
Este es el primer gran paso de Sarita, pero es muy probable que, cada vez, su autoexigencia le lleve a ser una atleta coronada con altos reconocimientos, tal y como ella misma lo aseguró.
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