El pasado 6 de junio, las autoridades de Ucrania reportaron una destrucción parcial en la enorme presa de Nova Kajovka, en la región de Jersón. Hasta el momento Kiev culpa a Moscú, y las autoridades de Rusia lo atribuyen a un bombardeo ucraniano.
El número de víctimas mortales por el colapso de la presa asciende a 45 personas. Después de que las autoridades de ambos bandos comunicaran sus últimos datos.
El Ministerio del Interior de Ucrania comunicó ayer 17 de junio que al menos 16 personas murieron y 31 se encuentran desaparecidas a causa de las inundaciones. Por su parte, un funcionario de Jersón, apoyado por Rusia, Andrey Alekseenko, publicó en Telegram que el número de víctimas aumentó a 29 personas.
El ministerio ucraniano también dijo que 3,614 personas han sido evacuadas de las zonas inundadas, «incluidos 474 niños y 80 personas con movilidad reducida.»
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), advirtió de la creciente presión que sufre el dique de protección del estanque de agua para la refrigeración de la planta nuclear de Zaporizhzhia, al sureste de Ucrania.
Según los inspectores del OIEA presentes, el nivel de agua en el embalse baja a un ritmo de unos cinco centímetros por hora y alcanzó los 11,62 metros, frente a los casi 17 metros de antes de la voladura de la presa.
Autoridades de Ucrania cierran las playas de Odesa tras el colapso de la represa
Las autoridades de la región meridional ucraniana de Odesa han cerrado las playas debido a la mala calidad del agua. Esto ha sido provocado en parte por el colapso de la presa de Nova Kajovka y es una amenaza para los residentes de la zona.
«Las playas de Odesa se declararon no aptas para el baño debido a un agravamiento significativo del estado del agua en las zonas de aguas abiertas (mar, estuario) y una amenaza real para la salud de los residentes de la ciudad», dijo el municipio de Odesa en un post de Telegram este domingo.
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