Ahora abrimos uno de los especiales más emocionantes de TCS AHORA. Con esta nota, damos inicio a una serie de entregas sobre los hermanos del sistema solar, ese conjunto de astros cuyas órbitas se hallan cerca de la nuestra, y que al recorrerlas, reflejan una danza celestial en torno a una misma estrella, el Sol.
Este diminuto sistema, si lo vemos en términos del universo, se halla perdido en algún sitio de la Vía Láctea, la galaxia que nos envuelve. Sin embargo, es en el que habitamos, y el único al que tenemos la posibilidad, todavía lejana, de descubrirlo por completo.
Y como no podía ser de otra manera, este especial lo abre el pequeño de la familia, el más amigo del Sol, Mercurio, al cual la NASA ya ha estudiado antes:
«Ningún planeta gira alrededor del Sol en un círculo perfecto. Pero la órbita de Mercurio es la más «ovalada» del sistema solar. En un nuevo estudio, los científicos de la NASA lo observaron para ver cómo cambia la influencia del Sol en un planeta con la distancia».
Mercurio
Mercurio es el más pequeño del sistema solar. Su nombre se debe al dios romano del mar. No tiene atmósfera, sino exosfera delgada, formada por átomos despedidos de la superficie por el viento solar y meteoritos. Se compone, sobre todo, de oxígeno, sodio, hidrógeno, helio y potasio.
La superficie de Mercurio se asemeja a la de la Luna de la Tierra, marcada por muchos cráteres de impacto, resultantes de colisiones con meteoritos y cometas, lo cual se puede evidenciar en las fotos:
«El horizonte de Mercurio se ve cortando un borde llamativo contra la absoluta negrura del espacio«.
No tiene lunas ni anillos, y su tamaño es apenas un poco mayor que el de nuestro satélite, pues de radio mide 2,440 kilómetros. Tiene poco más de un tercio del ancho de la Tierra. «Si la Tierra fuera del tamaño de una moneda de cinco centavos, Mercurio sería del tamaño de un arándano» dice la NASA.
Se halla a una distancia promedio del Sol de 58 millones de kilómetros, lo que significa que está a 0.4 unidades astronómicas (UA) del astro rey. Como comparación, una UA es lo que separa a la Tierra del Sol. Desde esa distancia, a la luz del Sol solo le toma 3,2 minutos en viajar a Mercurio.
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A pesar de su proximidad, no es el más caliente del sistema, pues ese título lo ostenta su vecino, Venus.
Debido a que el planeta está tan cerca del Sol, las temperaturas diurnas pueden alcanzar máximos de 800 °F (430 °C). Sin una atmósfera que retenga ese calor durante la noche, son capaces de descender hasta -290 °F (-180 °C).
Tiene una órbita excéntrica y en forma de huevo, además de un núcleo central, un manto rocoso, y una corteza sólida. Se constituyó hace 4,500 millones de años, cuando la gravedad atrajo el gas y el polvo arremolinados.
El núcleo de Mercurio
Es el segundo planeta más denso, después de la Tierra. Tiene un gran núcleo metálico con un radio de alrededor de 1289 millas (2074 kilómetros), aproximadamente el 85% del radio del planeta.
«Los científicos comparan a Mercurio con una bala de cañón, porque su núcleo metálico ocupa casi el 85% del volumen del planeta. Este, enorme en comparación con los otros cuerpos rocosos de nuestro sistema solar, ha sido uno de los misterios más intrigantes sobre Mercurio».
Hay evidencia de que el núcleo está parcialmente fundido o líquido. La capa exterior de Mercurio, comparable a la de la Tierra (llamada manto y corteza), tiene solo unos 400 kilómetros (250 millas) de espesor.
Duración de días
Mercurio da una vuelta alrededor del Sol en 88 días terrestres, eso es lo que dura un año. Le toma 59 en hacer una rotación sobre sí mismo, algo que la Tierra realiza en 24 horas, según nuestra medición del tiempo.
Por ello, los atardeceres y amaneceres no se dan todos los días. Ahí, un ciclo completo de día y noche ocurre cada 176 días terrestres. En los demás, el Sol parece salir y ponerse de forma tímida en algunas partes de la superficie.
¿Hay potencial para la vida?
No. Las condiciones no son propicias para la vida tal y como la conocemos. La NASA señala que las temperaturas y la radiación solar del planeta, son probablemente demasiado extremas para que los organismos se adapten.