Los actores Leonard Whiting y Olivia Hussey, que protagonizaron “Romeo y Julieta” (1968) del fallecido director Franco Zeffirelli, han demandado a Paramount por varios cargos de abuso sexual durante el rodaje de la película. La icónica adaptación de Shakespeare fue nominada a cuatro premios Óscar, ganando dos.
La demanda se hace entorno a una escena de la cinta donde los protagonistas aparecen desnudos, siendo menores de edad. En la escena se captan brevemente partes del cuerpo desnudo de Whiting y Hussey.
Los cargos específicos son de “abuso sexual”, “acoso sexual” y “fraude”. En ese momento, el actor tenía 16 años y la actriz 15. Las estrellas, que ahora tienen 71 y 70 años, alegan que el director Zeffirelli los animó a hacer la escena. A pesar de asegurarles previamente que no tendrían que hacerlo. Por lo que, reclaman $500 millones en daños y perjuicios.
Engaños en el rodaje de «Romeo y Julieta»
Según lo recoge la BBC de Londres, los intérpretes argumentan que el director los convenció de hacer la escena desnudos, diciendo que si no lo hacían “la película fracasaría”.
Antes les había prometido que, para similar veracidad, llevarían ropa del color de su piel en la escena. Pero en el momento de la filmación se retractó, suplicándoles que actuaran desnudos con maquillaje corporal.
De igual forma, alegaron que el director les aseguró que la cámara estaría posicionada de tal manera que no filmaría partes desnudas de sus cuerpos. Cosa que al final no pasó.
En el texto de la demanda aseguran que el director “los engañó” y exponen, además, que el estudio Paramount “sabía o debió haber sabido que las imágenes de los cuerpos desnudos de los demandantes fueron captadas en secreto y de forma ilegal durante el rodaje de Romeo y Julieta”.
Por eso, los abogados de la pareja aseveran que la escena violó las leyes de California contra la indecencia y la explotación infantil.
El gerente comercial de los actores, Tony Marinozzi, habló con el diario londinense para explicar la situación de la demanda. Entre otras cosas, dijo que el director y el estudio los habían “traicionado” y que en aquel momento no les creerían si contaban su historia.
“Hoy vemos movimientos como el #MeToo y otras plataformas, pero en aquel momento simplemente no había forma de contar esa historia, y es algo con lo que han tenido que vivir y probablemente luchar toda la vida”, declaró.
El abogado de los actores, Salomon Gresen, emitió un comunicado diciendo que “las imágenes de menores son ilegales y no deben exhibirse”. Asimismo, alegó que en ese momento eran inocentes y no entendían el delito que estaban sufriendo.
“En los 60 eran muy jóvenes, unos niños que no entendían lo que estaba a punto de pasarles. De repente se hicieron famosos a un nivel que nunca esperarían y fueron violados de tal manera que no supieron cómo lidiar con ello”, aseguró.
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