Alejandro Fernández Abarca, también conocido como “El Potrillo”, es uno de los máximos exponentes de la música mexicana a nivel internacional. Su voz, carisma y capacidad de reinventarse lo han convertido en un ícono que trasciende géneros y fronteras. Pero más allá de su figura pública, hay detalles que revelan una personalidad compleja, apasionada y muy cercana a sus raíces. Estas son cinco cosas que quizás no sabías sobre él:
Estudió arquitectura antes de dedicarse por completo a la música: Aunque creció entre escenarios y mariachi, Alejandro estudió en la Universidad del Valle de Atemajac, en Guadalajara. Sin embargo, la música terminó por imponerse en su vida.
Debutó oficialmente junto a su padre, Vicente Fernández: En 1992, lanzó su primer álbum homónimo, pero su debut real ocurrió cuando tenía apenas 19 años, cantando a dúo con su padre en un palenque. Desde entonces, su carrera no ha parado de crecer.
Ha incursionado con éxito en varios géneros musicales: Aunque inició en la música ranchera, Alejandro ha interpretado baladas, pop latino y hasta boleros. Su capacidad de adaptación le ha permitido mantenerse vigente en distintos públicos.
Te podría interesar: Así se vivieron los mejores momentos de la tercera gala de Yo me llamo
Tiene cinco hijos y es un padre muy cercano: Alejandro es padre de Alejandro Jr., América, Camila, Emiliano y Valentina. A pesar de su agenda, siempre ha procurado estar presente en la vida de sus hijos, a quienes considera su mayor tesoro.
Ha vendido más de 30 millones de discos en el mundo: Con más de 20 producciones discográficas, sus ventas y giras internacionales lo han consolidado como uno de los artistas latinos más importantes de su generación.
A sus 53 años, Alejandro Fernández continúa siendo un referente de la música latina. Su legado va más allá de los escenarios es un símbolo de tradición, pasión y evolución constante.