El papa Francisco, fallecido el pasado lunes a los 88 años, será sepultado el próximo sábado 26 de abril en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, cumpliendo así su deseo expreso de descansar en un lugar apartado de la tradicional cripta vaticana.
En las últimas horas, el Servicio de Prensa del Vaticano ha difundido la primera imagen de su sepulcro, la cual refleja con sobriedad la sencillez y el espíritu humilde que caracterizaron al pontífice argentino.
La tumba, elaborada en mármol de Liguria (una de las 20 regiones que conforman Italia), se ubicará en el suelo de la nave izquierda del templo, entre la Capilla Paulina —que alberga la venerada imagen de la Virgen Salus Populi Romani, de la que el papa Francisco era profundamente devoto— y la tumba de la familia Sforza. En un lateral, además, se encuentra un altar en honor a San Francisco de Asís, el santo que inspiró el nombre pontificio de Jorge Mario Bergoglio.
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«Franciscus» será la única inscripción que llevará la tumba del papa
Tal como lo estableció en su testamento, el sepulcro del Santo Padre estará marcado únicamente por la palabra «Franciscus», su nombre papal en latín. Sobre la lápida también habrá una cruz pectoral en plata, réplica de la que usó durante su pontificado y en la que también figura una imagen del Buen Pastor, símbolo de su concepción pastoral de la Iglesia.
Lejos del esplendor tradicional reservado para los pontífices, Francisco eligió una sepultura «en la tierra, simple y sin decorado» fiel a la austeridad que marcó toda su vida y ministerio. El coste de la sepultura lo cubrirá un benefactor anónimo, a quien el papa conoció personalmente durante su vida.
Además, la elección de la Basílica de Santa María la Mayor no fue casual. Francisco mantenía una profunda relación espiritual con este templo: lo visitaba con frecuencia incluso antes de que lo eligieran papa y mantuvo la costumbre de acudir allí antes y después de cada viaje apostólico, para encomendarse a la Virgen Salus Populi Romani, protectora del pueblo romano.
Ese lazo espiritual se sella ahora con su descanso eterno en este lugar. El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, anunció que la tumba quedará abierta a los fieles desde la mañana del 27 de abril, un día después del funeral.