Los ausoles en San Miguel se convierten en una experiencia extrema, ya que con ellos se observa el calor y vapor que emana en las faldas del volcán. Pero al mismo tiempo se vuelve peligroso para aquellos que desconocen de este fenómeno natural.
Para conocer más sobre esta ruta volcánica, un equipo de Noticias Cuatro Visión emprendió el camino hasta llegar a los ausoles de Chilanguera. Alrededor de 155 kilómetros son la distancia entre San Salvador y San Miguel.
El trayecto se vuelve un poco complicado por ser rústico y pedregoso. La aventura se da en el volcán Chaparrastique en sus faldas. En imágenes panorámicas se observa las fumarolas que ocasionan entre las emanaciones de agua.
Pese a que hay vertientes de agua, pero elevado a grandes temperaturas es increíble ver la vegetación que se da en el lugar. Entre las plantaciones se observa árboles de morro y es el único que es resistente a los ausoles explica uno de los guías locales.
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¿Por qué es posible la vegetación en medio de los ausoles?
Miguel Hernández es geólogo y explica que además crecen gramíneas y otras especies más grandes. “La vegetación se vuelve tolerante a este tipo de emanaciones. Pero donde está ya el calor y agua caliente. Allí la vida vegetal va disminuyendo”.
Los guías por su experiencia dan los recorridos e incluso pueden ver con antesala aquellos lugares que pueden ser nuevos ausoles. La señal más notoria es que hay menos vegetación y se muestra más aridez en la tierra.
Caminar entre las calderas es una experiencia peligrosa, porque el ambiente es sofocante acompañado de un vapor intenso. «Cuando hay un ciclo hidrotermal puede haber dentro de la región muchos sitios otros pequeños, que son fisuras que el fluido viene desde las profundidades, atraviesa las cortezas y sale a través de ellas».
Video/TCS.
Este fenómeno deja visible al ojo humano la erosión y se convierte en un riesgo para los turistas sí estos se hunden entre la tierra blanda en donde el vapor es generado por los ausoles. La única forma segura de no sufrir algún percance es asegurarse de que solo se puede caminar en la tierra que se ve seca y blanca, ya que allí se ha solidificado el entorno de los ausoles.
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