Barcelona y Real Madrid se enfrentan este sábado en la final de la Copa del Rey, duelo donde los azulgranas parecen favoritos por trayectoria y enfrentamientos previos, pero en el que la condición de partido vital y casi de todo o nada podría impulsar al equipo madridista, tras haber calentado las horas previas con su plantón.
Como en las cuatro temporadas anteriores, La Cartuja, reformada para la ocasión y ya de uso exclusivo para fútbol, es el escenario en el que se coronará al campeón de la Copa del Rey.
Gran momento
Hansi Flick ha construido un grupo ganador con casi ninguna pieza nueva, con un equipo plagado de jóvenes talentos que corren, se dejan la piel y, además, derrochan fútbol. Ya lo sufrieron los futbolistas merengues en el Clásico liguero del Santiago Bernabéu y en la final de la Supercopa de España, habiendo recibido respectivas goleadas por 0-4 y 2-5.
Además, el equipo azulgrana, que ha logrado transformar una temporada de transición en ilusión, persigue el triplete y por eso alzar este trofeo es el primer e imprescindible paso para ese objetivo.
Mientras todo es felicidad en ‘Can Barça’, en Madrid soplan otros vientos y su actuación en la víspera, dando plantón a los actos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha mostrado su enfado por las quejas de los árbitros hacia la labor de Real Madrid TV. Sin dar su rueda de prensa, sin entrenarse en La Cartuja y sin acudir a la cena oficial, el club blanco ha tirado un fuerte pulso al ente federativo.
En lo deportivo, el plantel que dirige Carlo Ancelotti sigue sin encontrar su plenitud en este curso que ya se va acabando, con muchas dudas en el sistema, sin saber encajar la pieza Kylian Mbappé y con el compromiso y la actitud del equipo siempre en duda.
Real Madrid con leve ventaja sobre el Barcelona
En 2014 se disputó el último Clásico en una final copera, cayendo del lado madridista cuatro de ellos, incluidos los dos más recientes (2011 y 2014), y tres del lado blaugrana, el último en 1990.
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