El Banco Interamericano de Desarollo (BID), en su más reciente informe macroeconómico anual para América Latina y el Caribe en 2023, ha arrojado que la inflación podría aumentar los índices de pobreza y pobreza extrema en la región, si no se toman medidas pertinentes.
El documento se tituló: «Preparar el terreno macroeconómico para un crecimiento renovado«.
En el caso de El Salvador, la tasa de pobreza extrema ascendería hasta a un 3%, y el de la pobreza, poco más del 3%.
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Aquí se puede ver el cuadro del informe. Guatemala sería el país que más crecería en pobreza extrema por la inflación en la región:
Proyecciones de pobreza por inflación en Latinoamérica / https://flagships.iadb.org/es/MacroReport2023/preparar-el-terreno-macroeconomico-para-un-crecimiento-renovado
Efectos
Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), puntualiza que el porcentaje de crecimiento se traduciría en 210,000 personas que, en la actualidad, no están en condición de pobreza extrema, y por ello, caerían en esa categoría:
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Porfirio Aguilar, residente de una comunidad vulnerable de Antiguo Cuscatlán, sumida en la pobreza, tiene dificultades para subsistir, pues no tiene trabajo, ni recibe pensión:
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El hombre confiesa que, debido a su condición, a veces, se ha visto obligado a no comer los tres tiempos en el día:
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Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), la canasta básica registró las siguientes cifras en los meses de enero y febrero de este año:
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Esto refleja un aumento respecto a los mismos meses de 2022, pues en enero, la urbana se cotizó en $213.42, y la rural en $157.13. En febrero, por otro lado, la urbana rondó los $215.44, y la rural bajó a $156.49, según los datos del BCR, que se pueden verificar en esta página.
Políticas públicas
El BID sostiene que el aumento en los alimentos incide, de manera directa, en la calidad de vida de las personas, y que es necesario que los gobiernos implementen políticas públicas, para mitigar los efectos de la inflación.
Castaneda dice que los Estados deberían garantizar que las familias tengan acceso a alimentos.
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En concreto, el banco advierte que, si no se implementan «políticas (como subsidios específicos, y el mejoramiento de los mercados laborales), para compensar el efecto del aumento de los precios de los alimentos en el consumo del hogar«, las tasas de inflación podrían causar un incremento.
En el caso de la pobreza, sería de un 2.4%, y en la pobreza extrema, un 2.5%.
El banco alega que, estas cifras, traducidas en números, implica llevar a casi 13,8 millones de personas a la primera condición, y 14 millones a la segunda.
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