Angela Carini decidió finalizar antes del minuto del primer round la pelea contra la argelina Imane Khelif, que está siendo foco de observación en el último tiempo acusada de no “superar las pruebas de elegibilidad de género”.
La pugilista de 25 años anunció su retirada cuando habían transcurrido poco menos de 50 segundos y tras la presentación volvió a reavivar un tema que ya en la previa había planteado un debate.
“Subí al ring e intenté luchar. Quería ganar. Recibí dos golpes en la nariz y ya no respiraba, me dolía mucho, fui a ver al maestro Renzini y con madurez y valentía le dije basta”, expresó Carini según replicó el diario de su país La Gazzetta dello Sport.
“No soy nadie para juzgar o tomar una decisión, si esta chica está aquí debe haber una razón. Luché y subí al ring a pesar de los miles de polémicas que había, no soy nadie para juzgar. Sentí golpes muy fuertes, recibí golpes, soy una luchadora y mi selección lo sabe, soy alguien que aun ante el dolor nunca se detiene. Si paré lo hice solo por mi familia. ¿Fue un combate irregular? No soy nadie para juzgarlo”, planteó la peleadora italiana.
El detrás de escena es que Khelif –al igual que la taiwanesa Lin Yu-ting– habían sido excluidas por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) de las finales del campeonato mundial del año pasado en Nueva Delhi por no “superar las pruebas de elegibilidad de género”, según aclaró el diario El Español.
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