El primer grupo de ciudadanos de Brasil deportados desde que Donald Trump asumió la presidencia llegó la noche del viernes a Manaos, capital del estado de Amazonas.
Según testimonios, los deportados se esposaron de manos y pies, no recibieron agua. Además, les impidieron utilizar el baño durante el trayecto y denunciaron un calor insoportable lo que produjo desmayos en algunos pasajeros.
Ante esa situación, el gobierno brasileño llamó ayer al máximo representante de Washington en Brasil, Gabriel Escobar, para pedir explicaciones sobre el trato aplicado a los 88 deportados.
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No trascendieron detalles sobre el encuentro entre la secretaria de Comunidades Brasileñas en el Exterior, Marcia Loureiro, y Escobar. Él fue convocado debido a la ausencia de un embajador, que aún no se ha designado por la administración Trump.
Autoridades de Brasil critican el trato
Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, Ricardo Lewandowski, criticó:
El uso de esposas lo que calificó de “falta de respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos brasileños”.
Fuente: Jose OSORIO, Orlando JUNIOR / AFPTV / SECOM – Secretaria de communicaçao do estado de Amazonas / AFP
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