El jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, toma el control de la ciudad al sur de Rusia y amenazó con marchar a Moscú. En una rebelión armada contra Vladímir Putin, quien tildó de traición el movimiento, asegurando que será sofocada para evitar una guerra civil.
La comunidad internacional, encabezada por Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN en su conjunto, observan de cerca lo que está ocurriendo, que Ucrania ha interpretado como un signo hacia el colapso del régimen ruso.
Diferentes países recomendaron a sus ciudadanos que eviten viajar a Rusia y visitar el centro de Moscú.
Para la inteligencia británica, el país afronta el “desafío más significativo” en los últimos tiempos y la lealtad de sus fuerzas de seguridad serán clave para el desenlace de la crisis rebelde.
Prigozhin aseguró que no se trata de un golpe de Estado. Sin embargo, cruzó la noche de ayer 23 de junio, con 25,000 hombres, hacia la frontera rusa. Se presume que las fuerzas de Rusia atacaron con misiles un campamento del Grupo Wagner, lo que habría originado la respuesta. Así lo denunció Prigozhin.
Wagner ya se ha tomado la sede del Ministerio de Defensa de Rusia en Rostov, y la misma ciudad, sin resistencia alguna por parte del ejército.
Respuesta de Putin
Putin dijo que fuerzas rusas están repeliendo los ataques enemigos, y agregó:
«También me dirijo a aquellos que han sido engañados o coaccionados a una aventura criminal, conducidos al camino de un delito grave: una rebelión armada. Rusia está ahora en medio de una lucha feroz por su futuro, repeliendo las agresiones de los neonazis y sus amos«. Además, calificó el movimiento de «traición» y de «motín«.
Ucrania celebra la rebelión de Wagner en Rusia
Los servicios de inteligencia y seguridad ucranianos han celebrado este sábado la rebelión del Grupo Wagner en Rusia, como un signo del colapso de Vladímir Putin.
En un tuit, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha afirmado que es una muestra de debilidad evidente, y añade que Ucrania es capaz de proteger a Europa de la propagación del mal y el caos ruso.
Millones de ucranianos siguen los acontecimientos que se precipitan en Rusia con enorme expectación, y esperan que el caos que se vive en el país invasor se traduzca en un descalabro ruso en el frente, que ponga fin a muchos meses de bombardeos.
Medios internacionales reportan que Prigozhin ha detenido el avance hacia Moscú, para detener el «derramamiento de sangre» ruso. Esto, luego de una llamada con el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, aliado de Putin:
«Ha llegado el momento en que se puede derramar sangre. Por eso, comprendiendo toda la responsabilidad de que se derrame sangre rusa, nuestras columnas dan media vuelta y regresamos a nuestras bases«.
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