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Se trata del quinto viacrucis de la Cuaresma. En el se recuerda la crucifixión y la muerte de Jesús de Nazaret, momento que que los feligreses católicos celebran.
En esta ocasión, la ruta del viacrucis cambió, ya que este se dirigió en los alrededores de la Catedral Metropolitana. El recorrido ha comenzado en la iglesia San Esteban y pasando por los alrededores del Parque Libertad y la Plaza Morazán.
Durante este emotivo evento religioso, los fieles recorren aproximadamente 14 estaciones. Donde realizan una plegaria en cada una de ellas, en conmemoración del camino de Jesús hacia la crucifixión.
Origen del Viernes Santo
El Viernes Santo, día central de la Semana Santa, conmemora los sufrimientos y la crucifixión de Jesús en el Monte Calvario. Este día sagrado encuentra su origen en los relatos bíblicos que describen los últimos momentos de la vida terrenal de Jesucristo.
Según los feligreses, tras la condena de muerte por parte de Poncio Pilato, Jesús fue sometido a una serie de torturas y humillaciones. Despojado de sus ropas y coronado con espinas, cargó su cruz hasta el Monte Gólgota. Lugar donde fue crucificado. «Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos», representada por las siglas INRI.
Durante su agonía en la cruz, Jesús pronunció las Siete Palabras. Expresiones que han sido objeto de profunda reflexión y meditación para los fieles a lo largo de los siglos. Estas últimas palabras de Jesús constituyen la base de la conmemoración del Viernes Santo, invitando a los creyentes a meditar sobre el significado de su sacrificio y la redención que ofrece a la humanidad.
El Viernes Santo, más que una fecha en el calendario litúrgico. Es un momento de introspección y recogimiento para los cristianos de todo el mundo, quienes reflexionan sobre el amor infinito de Dios manifestado a través del sacrificio de su Hijo por la salvación de la humanidad.
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