La falta de apetito es un desorden alimenticio bastante común y peligroso en los adultos mayores. De hecho, puede llegar a suponer un riesgo real para su salud, derivando en enfermedades graves como la hiporexia, la inapetencia o la anorexia.
Video/TCS. Reportaje elaborado por Daniel Ayala.
Según los expertos, la pérdida de apetito puede ser física o psicológica. Suele ser temporal, debido a factores como infecciones o problemas digestivos, en cuyo caso el apetito volverá cuando la persona se haya recuperado.
Algunas personas también pueden perder el hambre como síntoma de una enfermedad prolongada o en las últimas etapas de una afección grave, incluyendo el cáncer. Esto es parte de una dolencia que los médicos llaman caquexia.
Los factores psicológicos y las enfermedades de salud mental pueden tener un impacto también significativo en el apetito de una persona. Estos pueden ser por:
- Depresión
- Ansiedad
- Situación económica.
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Causas comunes de la pérdida de apetito
Las infecciones virales o bacterianas comunes, como la gripe o la gastroenteritis, suelen ser las causas más comunes de la pérdida del apetito.
Las causas comunes a corto plazo son por:
- Gripes
- Infecciones respiratorias
- Infecciones bacterianas o virales
- Estreñimiento
- Un malestar estomacal.
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Tratamiento
Según los expertos, la falta de apetito es una alteración muy común en las personas de la tercera edad, no es de las más graves y su tratamiento suele ser bastante sencillo y efectivo.
Sin embargo, puntualizan que si no se le presta la atención que merece, se podría enfrentar a un gran problema de salud de desnutrición, anemia, caídas usuales, enfermedades mentales, la reducción de sus defensas o el empeoramiento de otras patologías que pueda padecer.
La idea es modificar los hábitos alimenticios de la persona mayor poco a poco para recuperar de nuevo su estado de salud, acabando con su falta de energía. Por lo que es necesario realizar una dieta variada y nutritiva, que incluya frutas, verduras, granos integrales, alimentos no grasos.
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