La historia del Arca de la Alianza, el enigmático cofre que, según la tradición bíblica, alberga las tablas de los Diez Mandamientos entregadas por Dios a Moisés, ha estado rodeada de mitos y especulaciones durante siglos.
No obstante, documentos desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) reavivaron el misterio, sugiriendo que la ubicación del Arca podría haber sido descubierta en 1988.
Se trata de los archivos pertenecientes al Proyecto Sun Streak, una iniciativa de la CIA que investigó el uso de la visualización remota, una supuesta habilidad psíquica que permitiría a ciertos individuos describir lugares o eventos sin necesidad de estar presentes de forma física.
De acuerdo con estos documentos, uno de los agentes que participó afirmó haber “visto” el Arca de la Alianza en una ubicación no especificada de Medio Oriente, describiéndola como “escondida bajo tierra, en un lugar oscuro y húmedo”.
El Arca de la Alianza desapareció en el año 587 a.C., después de la invasión de Jerusalén por el Imperio Babilónico. A lo largo del tiempo, surgieron diversas teorías sobre su ubicación, proponiendo sitios como Etiopía, templos subterráneos en Jerusalén o incluso un antiguo almacén secreto en los Estados Unidos. No obstante, ninguna de estas teorías obtuvo respaldo con evidencias sólidas.
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¿Cómo se vería el Arca de la Alianza?
Aunque no hay evidencia de que alguien haya visto este antiguo cofre con certeza, los pasajes bíblicos lo describen como un cofre de madera recubierto de oro que contenía las dos tablas de piedra con los Diez Mandamientos.
Por otro lado, la Carta a los Hebreos en el Nuevo Testamento menciona que el Arca también contenía la vara de Aarón y una vasija de maná. Además, se construyó según el diseño que Dios instruyó a Moisés durante su estancia al pie del monte Sinaí