«Madres de la Plaza», un componente de la Política de Memoria, Verdad y Justicia de Argentina, enfocada en crímenes de la última dictadura militar, fue cancelado, generando dudas sobre el compromiso gubernamental con los derechos humanos.
La negación de derechos humanos, bajo el gobierno de Milei, se realizó como parte de la intervención de medios públicos de un año. Según el Decreto 117/2024, esta intervención, que busca auditar empresas estatales como Télam y Radio y Televisión Argentina, Sociedad del Estado, coloca todos los medios públicos bajo el control del jefe de Gabinete, Nicolás Posee.
Gustavo Ríos, de TV Pública, justificó la cancelación como parte de una renovación de programación, comparándola con la no renovación de contratos de artistas el año anterior. Sin embargo, Martín Becerra, profesor e investigador, interpretó la medida como una muestra del limitado interés del gobierno de Milei en los derechos humanos.
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Antecedente previo al cierre del programa «Madres de la Plaza»
La historia se remonta a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual de 2009, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. A pesar de avances en pluralismo, la gestión estatal de los medios en América Latina, incluyendo Televisión Pública, difiere de estándares europeos, mostrando una mayor injerencia gubernamental en la programación.
Además, el vocero presidencial Manuel, Adorni, confirmó la noticia por medio de X, antes llamado Twitter.
Asimismo, compartieron un comunicado de prensa a través de su cuenta oficial de X. En este, se puede leer que desde el pasado 26 de febrero fue cancelado el programa. Además, calificaron al gobierno de Milei como «amigo de genocidas, hambreado y ajustador», debido a la intervención.
De igual manera, denunciaron que el propósito final del Gobierno es la de destruir los medios de comunicación públicos, y que, como asociación, están dispuestas a pelear por volver a recobrar su programa que, por 16 años, se mantuvo al aire ininterrumpidamente.
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