El pasado 25 de marzo, las autoridades reportaron la muerte de cinco niños indígenas Yukpa, pertenecientes al resguardo de Iroka, Colombia, quienes presuntamente se habrían visto afectados tras consumir frutos venenosos.
Los niños tenían edades que oscilaban de entre los 3 y 15 años. El secretario de Salud, Juan Carlos Mindiola, detalló a los medios locales, que evaluarán como hipótesis la posibilidad de que los cinco menores de edad consumieran una fruta de corozo que habría generado intoxicación.
El funcionario puntualizó que tres de los niños fallecieron en su casa, en las estribaciones de la serranía del Perijá, zona rural del municipio. No obstante, los otros dos alcanzaron a ser trasladados a un centro clínico, pero murieron poco después.
“Un niño de 13 años y una niña de tres años de edad presentaron unos síntomas generales asociados a somnolencia y algunos síntomas gastrointestinales. Del hospital fueron trasladados a una clínica de mayor complejidad por la naturaleza de los síntomas y de la gravedad de lo que venían presentando. De manera lamentable, a las 7:25 de la noche se declaró la muerte”, lamentó Hernán Baquero, alcalde de Codazzi.
La Fiscalía investiga las causas de la muerte de los niños
La Fiscalía de Colombia, a través de un comunicado, detalló que en atención a la solicitud hecha por seis gobernadores del pueblo indígena Yukpa, llevarán a cabo las respectivas investigaciones.
La entidad busca establecer las causas del trágico hecho, donde se contará con la asesoría de personas delegadas para asuntos indígenas de la entidad y el apoyo de autoridades de las comunidades.
La Fiscalía explicó que el padre de los niños regresó a su lugar de residencia luego de asistir a un culto religioso. Sin embargo, encontró a tres de los menores de edad muertos y a otros dos inconscientes.
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