Acciones como lanzar objetos, golpear a un menor de edad con un cincho o incluso con una “chancleta” son prácticas que, con el paso de los años, se hicieron comunes como una forma para corregir a los niños. Pero ¿cómo identificar cuando un padre sobrepasa la delgada línea entre castigo y abuso?
Cabe destacar que este tipo de correcciones no solo provocan una herida o una marca en el cuerpo de los niños, sino también que afecta su salud mental. Esto último, según expertos, los dejaría marcados de por vida.
«¿Cómo funciona la mente de un niño que es maltratado? Funciona con sesgos, tiene comportamientos alterados, equivocados, tiene dificultades para establecer relaciones interpersonales de forma armónica, tiene dificultades para comunicarse», señala el psicólogo infanto-juvenil, Miguel Cubías.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Raquel Castaneda.
Sin embargo, también es importante conocer algunas recomendaciones para que los padres aprendan a controlar sus emociones para no agredir a los niños.
En ese sentido, el coach de vida, Miguel Miguel, sugiere que primero «se debe hacer la parte introspectiva, buscar ayuda profesional, si no tienen para ir con un terapeuta o un psicólogo que les pueda ayudar, busquen en YouTube, busquen ayuda, busquen cómo manejar mis emociones».
Por el contrario, educar a los niños sin violencia los beneficia, así lo destaca la psicóloga y coach, Idalia Cabezas.
«Al acompañarlo en ese crecimiento de una manera en la cual el niño se siente aceptado, respetado, pero que al mismo tiempo se le ponen límites saludables, va creando una mejor autoestima, mayor confianza en poder expresar lo que le está pasando y que si comete un error igualmente poderlo comunicar y decir porque sabe que no se le va a reprochar.»
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¿Cuándo los castigos a niños se convierten en un delito?
El artículo 204, del Código Penal establece el delito de maltrato infantil:
«El que maltratare a una persona menor de edad con evidente perjuicio físico, moral o psicológico, será sancionado con prisión de uno a tres años, siempre que no constituyere un
delito más grave.
Igual sanción se aplicará a cualquier persona que con abuso de los medios de corrección causare perjuicio a una persona menor de edad que se hallare sometido a su autoridad, educación, cuidado o vigilancia o que se encontrare bajo su dirección con motivo de su profesión u oficio.»
Video / TCS.
Pero, si las faltas contra menores de edad tienen otro tipo de agravantes, como lesiones (leves o graves), este se puede considerar como un nuevo delito.
Lo más importante es que eduque a sus hijos con amor, fomentando un diálogo abierto y sincero. Permítase escucharlos y comprenderlos, para que puedan disfrutar plenamente de su niñez.
