En El Salvador hay muchos niños que poseen altas capacidades, pero si estas no se identifican y apoyan a tiempo, pueden quedar sin aprovechar. Estas habilidades únicas no solo tienen el potencial de cambiar y mejorar sus vidas, sino que también pueden aportar de forma significativa al progreso de la sociedad.
Natalia Alfaro es una niña de 10 años, ella es autora de un programa educativo innovador que escribió como parte de su pasión por aprender. Además, a su corta edad, ya es bilingüe y se encuentra aprendiendo un tercer idioma: el francés.
Otro caso es el de Julio Rosas, también de 10 años, quien se sabe de memoria más de 80 banderas de diferentes países alrededor del mundo y uno de sus pasatiempos es el dibujo, pero de forma digital haciendo uso de una tablet.
El papel de los padres de familia
Los padres de familia juegan un rol muy importante al momento de identificar este tipo de habilidades en niños, así lo explicó Tatiana de Alfaro, madre de Natalia, quien relató que desde muy pequeña descubrió los avances en su hija.
«A los tres años llegó muy emocionada, nos dice que ella ha aprendido a dibujar nombres y, en realidad, lo que había hecho es que había aprendido a leer y escribir por sí sola. Comienzan a manifestar diferentes habilidades para poder leer al derecho y al revés, de izquierda a derecha. Y realmente por eso fuimos enviados a una evaluación psicológica, por sospecha de dislexia».
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Claves para identificar a un niño con altas capacidades
Según Evelyn Campos, especialista en altas capacidades, es común que las habilidades de estos niños se subestimen o no se reconozcan, lo que impide el desarrollo completo de su potencial. En este contexto, ella explica cómo identificar estos talentos.
«El cerebro de estos niños procesa mayor información. En los primeros años se llama precocidad intelectual, porque estos niños con mucha facilidad desde los cuatro a seis meses empiezan a identificar colores, a decir palabras, frases elaboradas. Es importante entender que este niño tiene necesidades específicas de apoyo educativo por altas capacidades», señala la experta.
Fomentar el desarrollo de estos niños no solo asegura su crecimiento personal, sino que también tiene un efecto favorable en la sociedad, al utilizar sus talentos para enfrentar retos y aportar al progreso en diversos campos.
