Ricarda Louk dijo este lunes a una agencia de noticias alemana que el ejército israelí le informó sobre la muerte de su hija, la joven alemana de 22 años, que además poseía doble ciudadanía israelí.
La madre declaró que el cuerpo de su hija todavía no ha sido encontrado, pero que se identificó una astilla de un hueso del cráneo, la cual se sometió a una prueba de ADN para comprobar la identidad de la víctima.
«Desafortunadamente, recibimos ayer la noticia de que mi hija ya no está con vida», manifestó Ricarda Louk. La confirmación de la muerte surge luego de varias semanas de incertidumbre sobre su estado, a raíz de unas imágenes en las que se observa a Shani semidesnuda, tumbada boca abajo y en estado inconsciente en una camioneta repleta de hombres armados.
Louk cree que su hija falleció el 7 de octubre, el día que inició el conflicto entre Israel y Hamás. En ese momento, la joven asistía a un festival de música electrónica en el sur de Israel.
La cancillería israelí reafirmó la noticia con el siguiente mensaje: “Estamos devastados al comunicar que se confirmó la muerte de la alemana-israelí Shani Louk, de 22 años. Shani, que fue secuestrada en un festival de música, torturada y paseada por Gaza por terroristas de Hamás, experimentó horrores insondables”.
Por su parte, el presidente de Israel declaró a un medio alemán. “Se encontró parte de su cráneo. Eso significa que esos animales bárbaros y sádicos simplemente le cortaron la cabeza”.
Alemania investiga a Hamás
A inicios de este mes, las autoridades alemanas anunciaron una investigación contra Hamás por sospechas de secuestro y asesinato contra ciudadanos alemanes.
Por su parte, el canciller Olaf Scholz dijo que Alemania estaba trabajando “intensamente” con Israel para conocer el destino de los ciudadanos alemanes que se encuentran entre los rehenes de Hamás y además buscaban formas para asegurar su libertad.
Un portavoz del Gobierno alemán no quiso hablar sobre casos individuales para proteger la identidad de las víctimas. Aunque recalcó que hay que asumir que entre los rehenes hay personas con ciudadanía alemana o incluso con doble nacionalidad.
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