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jueves, 19 septiembre, 2024

¡Corriendo contra la epilepsia!

La Fundación Compasión Púrpura lleva a cabo la primera carrera denominada: “Luchando contra la epilepsia”, donde participan chicos y grandes.

Docenas de personas fueron partícipes, el día de ayer 18 de junio, de una carrera benéfica, organizada por la Fundación Compasión Púrpura, con el objetivo de recaudar fondos para niños que padecen de epilepsia.

La «Carrera Púrpura» inició a las 6:30 de la mañana y reunió a familias enteras, amigos, novios y hasta mascotas para emprender los recorridos de 3, 5 y 10 kilómetros de distancia. Entre los participantes acudió la señora Blanqui Santos.

Video/TCS. Reportaje elaborado por Fátima Barahona.

Rebeca Figueroa, fundadora de Compasión Púrpura y sobreviviente de epilepsia, puntualizó que la actividad, busca concientizar a la población sobre este trastorno neurológico que afecta a personas de todas las edades y que se caracteriza por convulsiones recurrentes, que son ráfagas repentinas de actividad eléctrica en el cerebro.

Video/TCS

Al final del evento, los ganadores de las categorías recibieron un trofeo, y a los demás corredores, también se les dio una medalla por su participación.

Fundación púrpura ayuda a la niñez con epilepsia

La epilepsia es un trastorno neurológico que afecta a personas de todas las edades. Se caracteriza por convulsiones recurrentes, que son ráfagas repentinas de actividad eléctrica en el cerebro.

Las convulsiones pueden provocar una amplia gama de síntomas, como movimientos incontrolados, pérdida de conciencia y cambios de humor o comportamiento.

La Fundación Compasión Púrpura ayuda a la niñez salvadoreña que sufren de epilepsia a sobrellevar el reto de vivir con ella.

La institución proporciona educación y servicios públicos, donaciones de medicamentos y equipos médicos a los hospitales infantiles salvadoreños.

La fundación inició un 18 de febrero de 2014, cuando Rebeca sufría de epilepsia refractaria focal de origen estructural. Fue operada a los 7 años para remover 20% de su cerebro dañado. A sus 11 decidió ayudar a niños con epilepsia en El Salvador y así nació Fundación Compasión Púrpura.

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