Gal Gadot, reconocida mundialmente por su interpretación de la Mujer Maravilla, se encuentra en el centro de la polémica tras haber sido captada besando en la boca a su hija de cuatro años. El gesto ocurrió durante la ceremonia en la que recibió su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y fue difundido por la prensa y las redes sociales.
El beso entre madre e hija generó un intenso debate en plataformas digitales. Algunos usuarios criticaron la acción, argumentando que no es apropiado que un adulto bese a un niño en los labios.
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Comentarios como “Besar a los niños en la boca no está bien, sin importar que sea su mamá” y “Los adultos jamás deberían besar a un niño en la boca” reflejan el rechazo de un sector del público.
Por otro lado, muchas personas defendieron a la actriz, señalando que este tipo de muestras de cariño son comunes en diversas culturas y no deberían interpretarse como algo indebido.
“Es solo una madre mostrando su amor” y “¿Por qué tienen que villanizar todo? Es una niña jugando con su mamá”, fueron algunas de las respuestas en defensa de Gadot.
A pesar de la controversia, la actriz no ha emitido ningún comunicado ni ha hecho declaraciones en sus redes sociales sobre el tema.
Un homenaje marcado por protestas
La ceremonia de entrega de la estrella en el Paseo de la Fama no solo estuvo marcada por la polémica del beso, sino también por la presencia de manifestantes. Durante el evento, se registraron protestas, lo que generó un ambiente de tensión en las inmediaciones del El Capitan Theatre.
Se especula que el tenso momento estuvo relacionado con el origen israelí de Gadot y su postura pública en torno al conflicto en Medio Oriente. Varias personas llevaron pancartas y corearon consignas en favor de distintas causas, lo que obligó a la policía a intervenir para mantener el orden y evitar incidentes mayores.
La figura de Gal Gadot ha sido objeto de críticas y debates en los últimos años debido a su apoyo a las políticas de Israel, y este evento no fue la excepción.
Así, lo que inicialmente fue pensado como un reconocimiento a su trayectoria terminó envuelto en una doble controversia: por un lado, el debate sobre el beso con su hija, y por otro, las protestas que marcaron el evento.