Al inicio de la octava gala de «Yo me llamo», Henry Urbina agradeció emocionado al público por el cariño recibido tras su imitación de Ricky Martin. «Me decían: ¡Ahí va Ricky Martin! y se siente bien bonito. Muchísimas gracias, de verdad. Cuando me subí en el cubo, me sentía como Ricky Martin, ¡hasta me movía como él!», expresó entre risas.
Entusiasmado por la reacción de los asistentes, Henry bromeó sobre llevar su imitación a otro nivel: «Estoy pensando en hacer una gira por todo El Salvador. Hoy ustedes van a tener que comprar boletos de avión, porque ya recibí llamadas desde Asia», agregó.
La noche tomó un giro inesperado cuando la presentadora Luciana Sandoval le preguntó si estaría dispuesto a imitar a otro artista. Henry, fiel a su estilo bromista, respondió: «He estado pensando… ya que canté como Ricky a lo mejor también puedo ser Enrique Iglesias, Juan Luis Guerra y hasta José José. Y bailo como Chayanne, a quien perfectamente podría darle clases. Pero yo perfectamente podría decir: Yo me llamo Daddy Yankee».
Entre sonrisas y aplausos, Luciana le advirtió: «Lo dijo y nuevamente usted se está metiendo en aprietos. Usted ya sabe que desde el momento en que se pronuncia esa frase en el Escenario de los Sueños, eso significa que tenemos un desafío, Henry Urbina. Producción ya lo apuntó».
De esta manera, de forma espontánea y entre risas, Henry aceptó el reto de transformarse en Daddy Yankee para la novena gala del programa. Además, para hacer su presentación aún más especial, invitó a la jurado Vilma Torres a acompañarlo en una coreografía. Aunque sorprendida, Vilma aceptó con entusiasmo: «No sé qué va a pasar ni cómo lo vamos a hacer, ¡pero lista!».