La Asamblea Legislativa aprobó, con 78 votos a favor, declarar sitio histórico a la gruta de la Virgen de Fátima, ubicada en el Cerro de Las Pavas, en Cojutepeque, departamento de Cuscatlán.
Este es un cerro donde cientos de feligreses llegan a venerar a la Virgen de Fátima. Tiene una altura de 1,676 metros sobre el nivel del mar.
Este lugar se volvió santuario de la Virgen de Fátima en el año 1949. Las autoridades eclesiales salvadoreñas construyeron una gruta con una imagen que fue traída de Portugal, la cual se dañó durante los terremotos de 2001 y tuvo que ser sustituida por otra que vino de España.
Virgen de Fátima
El 13 de mayo de 1917, los tres pastorcitos vieron un relámpago un día. Mientras resguardaban a sus ovejas, observaron una nube sobre la que una mujer se encontraba parada y rodeada por un resplandor que parecía venir del sol. En sus manos sostenía un rosario de cuentas brillantes como perlas y una cruz de plata.
Ese día, la Virgen María les dijo que regresaría durante los próximos meses, todos los días 13 a la misma hora. Lucía y sus primos, Francisco y Jacinta Marto, vivían en el pueblo de Aljustrel, en Fátima, y trabajaban como pastores de los rebaños de sus familias.
Un dato muy interesante es que Lucía y Jacinta podían verla y oírla, pero Francisco solo podía verla.
Desde esa primera vez, hasta el mes de octubre, la Virgen se les apareció a los pastorcitos los días 13 de cada mes y les dejó sus tres secretos. Francisco y Jacinta Martos murieron poco después. Lucía Santos fue la encargada de transmitir los secretos al mundo.
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