Un reciente estudio publicado en la revista médica PLOS Medicine reveló que vivir con depresión no solo afecta la salud mental, sino que también incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas hasta en un 30%.
El médico intensivista Emilio Salazar explicó que este hallazgo, realizado en el Reino Unido, sugiere que la depresión puede contribuir al desarrollo de enfermedades como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, así como padecimientos cardíacos. Incluso en los casos más extremos podrían provocar daños cardíacos severos, similares a los que provocan un infarto de miocardio.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Lissette Santamaría.
Por su parte, el psiquiatra Víctor Lazo enfatizó que, cuando ciertas áreas del cerebro, como la amígdala, se activan, se liberan más hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. Lo anterior puede estrechar las arterias incrementando el riesgo de hipertensión, así como elevar los niveles de azúcar en la sangre, aun en personas sin diabetes.
En ese sentido, el especialista advirtió que, «a medida va pasando el tiempo, el impacto el cuerpo lo amortiza. hasta que ya no es capaz de hacerlo».
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Tras la pandemia incrementaron los casos de depresión y ansiedad
Expertos añadieron que, tras la pandemia de COVID-19 se registró un aumento de los casos de ansiedad y depresión, especialmente en niños y jóvenes, quienes a menudo presentan este tipo de trastornos de forma oculta.
Ante ello, Lazo advirtió que los cambios conductuales, como alteraciones en el sueño, pueden ser señales de alerta en este grupo.
«Cuando hay un cambio conductual, esa es una primera banderita de alerta de que algo está sucediendo, en socialización yo veo que hay un cambio que llama la atención. A veces los hábitos en jóvenes empiezan con el sueño y yo empecé a ver que este niño o este joven no duerme bien; en muchos de ellos empieza a manifestarse porque están en niveles de alerta más altos».
Por otro lado, Salazar resaltó que la tecnología y la constante exposición a las redes sociales empeoran estos trastornos.
«Un factor que agrava más esto es la relación de la tecnología tanto con el estrés y la ansiedad y los cuadros depresivos, porque hoy por hoy ellos (niños y jóvenes) viven inmersos en un mundo donde es muy importante el qué dirán, las apariencias, lo que sucede en las redes sociales», indicó el intensivista.
Por consiguiente, los expertos insisten en la importancia de reducir el tiempo que los niños y jóvenes permanecen en redes sociales para prevenir el posible impacto negativo sobre su salud mental.