El día de ayer, varios usuarios de las redes sociales reportaron la percepción de «retumbos» en diferentes puntos de San Salvador y Santa Tecla, lo cual encendió las alarmas de los capitalinos.
No obstante, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) informó que no se registra actividad sísmica natural en las respectivas zonas tras realizar las verificaciones correspondientes. Las autoridades aclararon que estos fenómenos podrían estar relacionados con:
- Actividades humanas, como el uso de maquinaria pesada.
- El tránsito de vehículos de gran tamaño.
- Trabajos de construcción en las cercanías.
El MARN reiteró su compromiso de monitorear constantemente la actividad sísmica en el país y llamó a la población a mantenerse informada únicamente a través de fuentes oficiales para evitar la propagación de rumores o desinformación.
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¿Qué son los retumbos?
Cuando los sismos son percibidos cerca del epicentro, se suelen reportar retumbos; es decir, un fuerte sonido previo al comienzo del movimiento.
Esto suele suceder cuando los sismos son poco profundos y ocurren cerca del observador. En estos casos, las primeras ondas sísmicas en alcanzar la superficie son las de tipo P («primarias»), que son seguidas de las ondas S («secundarias») y las ondas superficiales. Estas últimas son las que suelen percibirse más claramente.
El oído humano puede detectar sonidos en un intervalo que va de 20 Hertz (número de oscilaciones de las ondas por segundo) hasta sonidos agudos a 20,000 Hertz. La frecuencia de las ondas P puede superar los 30 Hertz y ser audibles para los seres humanos al llegar a la superficie.
Así, el sonido de «retumbo” o de «aplanadora» se asocia con el arribo de la onda P. Las personas a cierta distancia de sismos poco profundos escuchan entonces la onda P, y luego perciben las ondas S y las superficiales.
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