Los incendios forestales registrados en Los Ángeles, en la costa oeste de Estados Unidos han dejado al menos dos fallecidos, varios heridos y miles de residentes evacuados, informaron las autoridades.
Pacific Palisades, un lujoso suburbio de Los Ángeles, es uno de los más afectados por las llamas que han arrasado alrededor de 1,000 estructuras y más de 4,800 hectáreas han sido consumidas por el fuego.
Sébastien VUAGNAT / AFPTV / AFP
Los incendios se desataron en un ambiente de baja humedad y justo cuando los llamados vientos de Santa Ana, característicos en esta temporada del año en California, avanzan en la región con una fuerza de entre 70 y 145 kilómetros por hora.
Mientras que los grandes tanques que estaban suministrando agua a la región se secaron durante la noche a medida que las decenas de mangueras succionaban el recurso en los esfuerzos. Por lo cual, las autoridades instaron a los habitantes de la ciudad a que ahorren agua.
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Residentes consternados por incendios en Los Ángeles
Jesse Banks, una residente de Altadena, Los Ángeles aseguró que nunca había presenciado algo tan devastador como este incendio. «He vivido en esta zona durante más de 20 años y hemos visto incendios en las montañas y las colinas y eso, pero nunca nada como esto».
Decenas de miles de habitantes de las comunidades aledañas, así como en Los Ángeles, están sin servicio eléctrico, lo que dificulta las comunicaciones.
Ese es el caso de David Stewart quien también reside en Altadena afirmó que el condado ha cortado el suministro de agua.
«Tenía mucha ansiedad, no creía que pudiera sobrevivir, pero cuando el fuego empezó a acercarse, mi hermano, mi amigo y yo cogimos palas. El condado nos cortó el suministro de agua, así que salimos con las palas a echar tierra sobre el fuego. Creo que hasta ahora hemos salvado las casas de tres vecinos, pero el fuego sigue avanzando hacia nuestra casa».
Decenas de bomberos combaten por aire y tierra los incendios, mientras luchan con las fuertes ráfagas de vientos que amenazan con expandir más las llamas.
Mientras que varias escuelas fueron cerradas e importantes arterias viales de la ciudad están bloqueadas. Ante ese panorama, estados vecinos enviaron refuerzos para enfrentar el fuego y el gobierno federal aprobó recursos para enfrentar la emergencia.
