Jorge Cruz ha encontrado una forma innovadora de combinar su pasión por los automóviles clásicos y el amor por el café salvadoreño a través de su emprendimiento: el “Café Móvil”.
Su negocio no solo ofrece una experiencia cafetera única, sino que también rescata la historia de un icónico vehículo ensamblado en el país conocida como: El Cherito.
El Cherito es un automóvil armado en El Salvador hace décadas, y hoy en día solo uno sigue circulando: el de Jorge.
Su apego por este modelo viene desde su infancia, cuando en la década de 1970 su padre tuvo uno de estos autos. Sin embargo, fue hasta 2018-2019 cuando logró cumplir su sueño de adquirir uno propio.
El Cherito: El único «Café Móvil»
Desde entonces, ha invertido tiempo y esfuerzo en su restauración, manteniendo piezas originales como:
- El timón, las ventanas y los marcadores de velocidad.
A pesar de las reparaciones necesarias, su objetivo ha sido preservar la esencia del vehículo y, al mismo tiempo, darle un nuevo propósito.
La idea de convertir El Cherito en un bar expreso móvil surgió antes de la pandemia, con la visión de llevar café 100% salvadoreño a diferentes puntos del país. En esta iniciativa, Leonel Ramírez, un experimentado barista, se encarga de las degustaciones y preparaciones de bebidas, ofreciendo una experiencia única a los clientes.
Video/TCS/Reportaje Elaborado por: Sofía Shi.
El Cherito no solo es un medio de transporte o un negocio sobre ruedas; es una pieza de historia que evoca nostalgia entre los amantes de los autos clásicos. Ahora, además de su valor sentimental, también es un símbolo de emprendimiento y pasión por el café en El Salvador.
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