No cabe ninguna duda de que los Juegos Olímpicos iniciaron con un papelón sin precedentes. Argentina había igualado el partido en el último minuto del adicionado y todos lo festejaron. Sin embargo, los aficionados marroquíes invadieron el campo de juego, tiraron botellas y hasta bombas de estruendo, lo que impidió que el árbitro pite el final del encuentro.
Después de una hora y media de espera, el Comité Olímpico mostró que la jugada debía ser anulada porque había off-side de Amione en la previa del gol que marcó Cristian Medina.
La FIFA quiso que el gol se convalide, según información de Gastón Edul, pero el COI hizo oídos sordos.
Tras largas charlas con las dos Federaciones, el árbitro indicó que los equipos salgan a hacer un precalentamiento de 10 minutos. Y finalizado el mismo, decidió anular la acción y jugar tres minutos más.
La selección de Mascherano buscó la igualdad, ya sin público en las grandes, pero el resultado final fue con derrota para la albiceleste en su debut en los Juegos Olímpicos.
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