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sábado, 06 julio, 2024

El director estadounidense, Edward James Olmos, reveló que tuvo cáncer de garganta

Edward James dio a conocer en una reciente entrevista detalles sobre su padecimiento y cómo su diagnóstico le cambió la vida.

El reconocido director estadounidense, Edward James Olmos, abrió su corazón recientemente sobre su problema de salud y declaró que fue como «una experiencia que le cambió».

El conversatorio, donde dio a conocer detalles sobre el padecimiento que atravesó durante un tiempo, fue por medio del podcast «Mando & Friends», en el que dijo lo siguiente «es la primera vez que lo digo públicamente, pero tuve cáncer de garganta», externó el famoso de 76 años.

Un diagnóstico que le cambió la vida a Edward

Asimismo, manifestó que fue hace poco que logró vencer esta dura batalla que le cambió por completo su vida. “Acabo de terminar de superarlo. El 20 de diciembre fue mi última radiación. La semana anterior había terminado la quimio y (durante) meses y meses estuve con radiación y quimio mientras me atacaba la garganta”, aseveró James.

El interpreté del teniente Castillo, explicó que previamente 5 profesionales de la salud le advirtieron antes del tratamiento, que no estaban del todo seguros, que cómo iba a sonar su voz, al terminar el procedimiento al que se sometió recientemente.

El también director, describió el cáncer como «una enfermedad muy fuerte», y externó que los doctores tuvieron que apuntar directamente a sus cuerdas vocales con radiación.

«Estamos disparando a tus cuerdas vocales, estamos disparando a tu garganta; donde comes, donde tragas, donde hablas, respiras, todo pasa por aquí», dijo, añadiendo después: «Muchos de mis amigos han fallecido a causa de esto», recordó Olmos.

Durante el proceso, el famoso dijo que perdió aproximadamente 52 libras y sobre todo su tono muscular. “Durante los meses que estuve en tratamiento, hubo momentos en los que el cuerpo se rinde”, especificó.

Asimismo, a medida iba transcurriendo el conversatorio reveló que no podía tragar sus propios alimentos, por tal razón le tenían que poner tubos para alimentarlo con nutrientes. “Tenían que meterme 2.500 calorías en el cuerpo cada día. Era ridículo, muy duro”, explicó.

Al reflexionar, el director estadounidense mencionó que le cambio la forma de percibir el mundo. “Fue una experiencia que me cambió, la comprensión de lo maravillosa que es esta vida», agregó.

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