Cuando se habla de animales majestuosos, se piensa, de manera más común, en criaturas con cierta estética de belleza, fuerza e imponencia, como los leones, tigres, gorilas, elefantes, tiburones y las ballenas.
Sin embargo, un animal que no resuena en tales discusiones son los murciélagos. Al contrario, se les suele incluir en el polo opuesto, como seres desagradables, feos, sucios, y desprovistos de cualquier elegancia o porte que sí tienen los demás.
Pero eso no es cierto, pues pueden llegar a ser criaturas majestuosas, y hay uno que se destaca sobre el resto, el «zorro volador«.
A pesar de ser un murciélago, se le bautizó como zorro, por el parecido de su cara con ese animal.
El increíble tamaño del zorro volador
Según el zoológico de Barcelona, los zorros voladores son los más grandes del mundo, pues algunas especies pueden llegar a medir 2 metros de ala a ala, y pesar hasta 1.5 kilogramos.
Además, revelan que la mayoría de quirópteros son nocturnos e insectívoros, y se orientan mediante ultrasonidos, para la ecolocalización.
Mientras que los zorros voladores son crepusculares, y se alimentan de frutas, flores y néctar.
Se ayudan de la vista para guiarse en los vuelos y localizar la comida.
Su hábitat natural se halla en Camboya, Tailandia y Vietnam, aunque también existen, como población aislada, en Yunnan, China.
De acuerdo al parque, la especie está en la categoría vulnerable, cerca de las más graves, según el grado de extinción de las mismas.
Algunas características
- Pesa entre 0.6 y 1.1 kilogramos, aunque pueden alcanzar hasta 1.5.
- Mide de 15 y 20 centímetros.
- Tiene vida estimada de 15 a 30 años.
- Su entorno natural son las selvas lluviosas, los bosques monzónicos, y manglares.
- Su socialización es gregaria (vive en comunidad, formando colonias. La más grande está en Tailandia, y cuenta con 3,000 ejemplares).
- Su alimentación es frugívora (frutas maduras, flores y néctar).
- La gestación de una cría dura entre 140 y 190 días. Nace una sola en cada parto, aunque en algunos casos salen dos.
El zoológico advierte que sus poblaciones están disminuyendo en los últimos años, de manera considerable. Las causas son la caza directa, la deforestación, y la degradación excesiva de su hábitat.
Según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), la especie ha registrado un descenso de alrededor del 30% en los últimos quince años.
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