Desde el 27 de marzo de este año, que entró en vigor el régimen de excepción en el país, luego de que el 24 y 25 de marzo de 2022 se registraron en El Salvador dos jornadas consecutivas de violencia con saldos de 14 y 62 homicidios, respectivamente. Según las autoridades, el alza de las cifras se ha atribuido a las estructuras criminales. En marzo, la Asamblea Legislativa decretó el estado de excepción por 30 días prorrogables, durante el cual se suspendió la libertad de asociación y se dieron poderes especiales al estado para contrarrestar la ola de violencia.
Desde la implementación de dicho régimen las cifras de días sin homicidios han aumentado, hasta la fecha la Policía Nacional Civil (PNC) y Fuerza Armada han capturado 50,851 supuestos criminales, los cuáles han sido puestos a disposición de la Fiscalía y los tribunales de justicia. Según las autoridades, más de 45,000 miembros de estructuras se encuentran en detención provisional y el resto se encuentra en proceso judicial.
El pasado 10 de noviembre, el Presidente Nayib Bukele, aseguró que las cifras de su plan de seguridad no han sido manipuladas. El mandatario afirmó que quienes criticaban su estrategia contra estas estructuras se enfrentaban a una “tarea difícil” ante el panorama del país.
Un día anterior la Policía Nacional Civil (PNC) presentó su informe de seguridad en el que se destacaba que no habían registrado ningún homicidio durante el día. El organismo informó que continuaba con sus tareas de combatir a las estructuras criminales y que no iban a parar hasta que la población esté libre de dichas estructuras.
Según una encuesta, El Salvador es uno de los países más seguros de América Latina, las respuestas obtenidas reflejaron que el país está en el último lugar sobre el cometimiento de robo o asalto en particular, mientras que Guatemala, Nicaragua y Ecuador ocupan los primeros lugares.
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