El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, reveló que El Salvador, por primera vez, emitirá deuda en el mercado regional, mediante la colocación de un bono por arriba de los $50 millones, y que la bolsa de valores del país será la encargada de hacer las inscripciones de deuda de los gobiernos interesados en participar.
Zelaya dijo que la emisión «soberana» está garantizada, en parte, por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), y sería, muy «probablemente», un bono de entre tres y cinco años, con un monto a colocar que oscila de $50 a $75 millones.
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Además, confirmó que sería el primer bono emitido en el mercado regional de deuda.
Por otro lado, Dante Mossi, presidente del BCIE, aclaró que van a hacer esa primera transacción con deuda soberana de El Salvador, y añadirán un «valor agregado», una garantía parcial en la emisión, para «garantizar que sea exitosa».
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Además, admitió que habrá ayuda del sector privado, pues es el que invierte en los bonos.
El 24 de enero de este año, el presidente Bukele anunció que El Salvador completó un pago de $800 millones que se vencía en ese mes, como parte de la deuda:
«Bueno, acabamos de pagar en su totalidad, 800 millones de dólares más intereses».
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), en un análisis sobre el Presupuesto General de 2023, estimó que, en este año, el país destinará $2,134 millones para pagar deuda.
¿Qué son los bonos?
El Ministerio de Economía y Finanzas de Perú, ilustra que los bonos son títulos valores con una cifra específica (en este caso, estará entre los $50 y $75 millones). Los cuales emiten instituciones gubernamentales o privadas, que los ponen a disposición de inversionistas, o cualquier otro ente que pueda comprarlos (un gobierno).
Si la compra se concreta, la institución gubernamental o privada devolverá, al comprador, el monto del bono en un plazo a futuro (comúnmente, en cuotas), pero con intereses agregados.
Es decir, en este caso, El Salvador ofrecerá al mercado un bono de hasta $75 millones, que forma parte de la deuda pública del país. Si un inversionista desea adquirirlo, lo puede hacer. De ese modo, se «alivian» las finanzas del Estado, pues está «comprando parte de la deuda» de las arcas salvadoreñas.
Sin embargo, habrá que regresarle la cantidad adquirida más intereses, en un periodo de tiempo establecido. En este caso, entre tres y cinco años, como afirmó Zelaya.
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