El Salvador ha registrado avances en la lucha contra el lavado de dinero durante 2024; sin embargo, continúa siendo un país vulnerable ante este delito debido a la falta de una regulación efectiva en sectores de alto riesgo. Así lo señala un informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos, que alerta sobre la debilidad del marco normativo para supervisar y sancionar actividades ilícitas.
El documento destaca que, aunque se han implementado manuales y guías dirigidas a la empresa privada y a instituciones gubernamentales, la legislación salvadoreña no otorga suficiente autoridad a los entes reguladores. Esto impide un control adecuado sobre cooperativas financieras, instituciones no bancarias, agentes inmobiliarios y otros sectores considerados de alto riesgo.
Para el abogado Fernando Meneses advierte que esta situación convierte al país en un punto de interés para redes de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo. «El Salvador es completamente vulnerable porque tiene dos atractivos clave para los lavadores: el uso del dólar y la incorporación de criptomonedas. Siempre ha sido un puente para el traslado de dinero en efectivo desde Estados Unidos hacia Sudamérica», añadió.
Monitoreo y prevención: claves para combatir el delito
Especialistas coinciden en que el país debe fortalecer su capacidad de detección y respuesta frente a operaciones financieras sospechosas. Según el economista Moisés Alfaro, es imprescindible establecer mecanismos de alerta para identificar transacciones irregulares.
«El monitoreo continuo de las transacciones es fundamental para detectar operaciones inusuales que puedan estar vinculadas a actividades ilícitas. Es necesario establecer patrones de comportamiento y alertas que justifiquen una inspección rigurosa, especialmente en transacciones que se desvíen del perfil habitual del cliente», detalló Alfaro.
Además, el informe enfatiza la necesidad de contar con un marco normativo más robusto y procedimientos sistematizados para la detección de irregularidades. Entre las medidas recomendadas se encuentran el registro documental riguroso, la capacitación del personal en prevención de delitos financieros y la aplicación de auditorías constantes.
Video/TCS/Reportaje elaborado por: Alexander Montes.
Capacitación internacional: una necesidad urgente
Otro de los puntos críticos señalados en el informe es la falta de capacitación especializada para rastrear el flujo de dinero en el país. Meneses enfatiza que se requiere apoyo internacional para mejorar las técnicas de detección y supervisión.
«Es fundamental identificar de dónde proviene el dinero, cómo se mueve y en qué manos termina. La banca se ha convertido en un sector atractivo para los lavadores de dinero, por lo que es necesario incorporar nuevas técnicas de defensa», afirmó el abogado.
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Métodos más utilizados para lavar dinero
El informe del Departamento de Estado de EE. UU. detalla las principales metodologías empleadas para el lavado de dinero en El Salvador. Entre ellas destacan:
- El uso de empresas fachada
- El contrabando de efectivo
- Las remesas y los activos virtuales.
También se menciona el lavado basado en el comercio, que consiste en exportaciones e importaciones fraudulentas, y los depósitos estructurados, una técnica en la que grandes sumas de dinero se dividen en múltiples depósitos para evitar ser detectadas por los sistemas de control financiero.
A pesar de los avances reportados, la falta de sanciones penales para empresas involucradas en este delito sigue siendo una debilidad en la lucha contra el lavado de dinero en el país. Expertos y organismos internacionales insisten en la urgencia de fortalecer la supervisión y endurecer las regulaciones para frenar este tipo de operaciones ilícitas.
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