El día de ayer, 8 de diciembre, en la emblemática Piazza Mignanelli de Roma, un valiente bombero llevó a cabo un conmovedor acto de devoción al rendir homenaje a la Inmaculada Concepción.
La tradición, que data desde 1949, continúa con la escalada anual de un miembro de los Vigili del Fuoco para colocar una guirnalda en la estatua de la Virgen.
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Vincenzo Morgia, capataz destacado de los bomberos, protagonizó la ceremonia ascendiendo hacia la estatua de la Virgen, situada a una impresionante altura de 27 metros. Equipado con habilidades y destrezas excepcionales, el bombero llevó consigo una hermosa corona de flores para colocarla con cuidado en el brazo de la figura.
La corona de flores quedó ubicada perfectamente, rindiendo así un respetuoso homenaje a la Inmaculada Concepción en un evento que ha llegado a simbolizar la devoción y el compromiso de los Vigili del Fuoco.
La comunidad local y los transeúntes que presenciaron el acto expresaron su admiración por la tradición continua de los bomberos romanos. Destacando la importancia de mantener viva esta manifestación de respeto y fe.
La Inmaculada Concepción de María: orígenes y tradición
La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia especial de Dios. Debido a que ella fue preservada de todo pecado desde su concepción. El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus.
Es decir, María fue concebida sin el pecado original con el que toda persona nace a consecuencia del de Adán. Esta doctrina no tiene ninguna relación con la concepción virginal de Jesús en el seno de María, contrariamente a lo que todavía muchas personas creen.
Precisamente porque hace referencia a la concepción de María (y no de Jesús), esta fiesta se celebra desde antiguo el 8 de diciembre, nueve meses antes de la fiesta de la Natividad de María, que se conmemora el 8 de septiembre.
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