Durante los meses de verano no solo cambian las condiciones climatológicas, sino que se presentan, entre otros, factores como:
- Temperaturas elevadas.
- Pasar mucho tiempo en el agua.
- Comer más de lo necesario.
- Sudar con frecuencia.
Estos elementos aumentan el riesgo de padecer diversas enfermedades. Por regla general, las afectaciones más comunes son las vinculadas al consumo de alimentos en mal estado, a causa del rápido crecimiento de bacterias, y las relacionadas con la humedad.
Es decir, las patologías intestinales, gástricas, y dermatológicas son las que tienen mayor incidencia en la época seca.
Video/TCS. Reportaje elaborado por Damaris Gómez.
La deshidratación es una de las principales complicaciones del verano, en especial, en personas mayores. Sudar mucho, a causa del calor, genera perder demasiado líquido, algo grave en las personas más sensibles, pues podría causar desmayos, e incluso, la muerte, si el famoso “golpe de calor” es muy fuerte.
Por ello, es muy importante en las personas de la tercera edad, beber unos dos litros de agua diarios en verano. Pues los problemas de deshidratación, durante los meses calurosos, es una de las principales causas de mortalidad.
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Según los expertos, también pueden producir conjuntivitis, ya que, muchas personas, tienden a bañarse en zonas de uso común, o poco higienizadas, como piscinas, mares o lagos.
Por esta razón, también puede aumentar la prevalencia de los cuadros oculares de índole vírica, bacteriana y protozoaria. En resumen, la conjuntivitis es otra de las enfermedades más usuales en verano.
Otras enfermedades en verano
Las afectaciones físicas no son las únicas, sino que también se puede dar estrés, ya que no se encuentra la forma de divertirse, relajarse, o invertir energía en algún pasatiempo.
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