Demasiada exposición al sol también aumenta el riesgo de cáncer de piel, que es el tipo de cáncer más común. Cuando la luz UV ingresa a las células de la piel, puede dañar el material genético (ADN) u otras enfermedades.
Video TCS/ Reportaje elaborado por: Fátima Barahona.
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Enfermedades
Cáncer de piel: La exposición a la radiación UV sin protección es el factor de riesgo más prevenible del cáncer de piel.
Melanoma: la forma de cáncer de piel más grave, es ahora uno de los cánceres más comunes entre los adolescentes y los adultos jóvenes de entre 15 y 29 años. La exposición a la radiación UV y las quemaduras solares, especialmente durante la niñez, son factores de riesgo para la enfermedad.
Cánceres de piel no melanoma: son menos letales que los melanomas, pero si no se tratan a tiempo pueden extenderse, causando desfiguración y problemas de salud más graves. Existen dos tipos principales de cánceres de piel no melanoma: carcinomas de célula basal y de célula escamosa.
Envejecimiento prematuro de piel: La queratosis actínica son crecimientos de piel que ocurren en las áreas del cuerpo expuestas al sol. Entre ellas, el rostro, las manos, los antebrazos y el escote son especialmente susceptibles a este tipo de lesión. Además, la exposición crónica al sol también causa envejecimiento prematuro, que hace que la piel se vuelva gruesa y arrugada.
Cataratas: daña a los ojos, causando una visión nublada. Si no se tratan, las cataratas pueden ocasionar ceguera.
Otros tipos de daños a los ojos incluyen pterigión que es un crecimiento de la conjuntiva que puede boquear la visión y causar la perdida de ella, cáncer de piel alrededor de los ojos, y degeneración de la mácula, parte de la retina donde la percepción visual es más aguda.
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