Un hecho insólito ocurrió en las categorías inferiores del baloncesto femenino estadounidense. Un equipo juvenil incorporó a sus filas a Arlisha Boykin, una entrenadora de 23 años, para jugar en un torneo disputado solamente por niñas de 14 y 15. Un hecho surrealista y que de forma impresionante no se trata de una broma de mal gusto.
La infractora aprovechó la ausencia de una pequeña y decidió ponerse la casaca con el número «1» para intentar ganar el encuentro que enfrentó a los combinados de Churchland High JV contra Nansemond River JV.
Con la inclusión de Boykin, sin duda el conjunto buscó sacar una gran ventaja frente a su rival. Hecho que quedó más que demostrado en los videos que circulan por medio de las diversas redes sociales.
En el mismo se puede ver la enorme diferencia de estatura, corpulencia y velocidad con respecto a las otras jugadoras.
¿Qué castigó recibió la entrenadora?
Asistentes al recinto, ubicado en Portsmouth, pusieron una denuncia formal ante las autoridades para hacer revisión del caso y poner cartas en el asunto.
Los reportes apuntan que la mujer y el estratega en jefe fueron despedidos debido a la gravísima falta que cometió sin pensar en cómo eso afectaría a las concursantes.
Además, los afectados han pedido una disculpa pública por los daños causados.
De momento, el dictamen final de los padres y jugadoras fue que el certamen ya no se dispute por el resto de la temporada.
Uno de los progenitores de una atleta decidió hablar con un medio de comunicación norteamericano para exponer su especial asombro.
«Los entrenadores siempre predican a los niños sobre la integridad y ese tipo de cosas, así que me sorprendió. Esto no puede pasar otra vez, para mí resultó una gran indignación», estableció.
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