Eduardo Camavinga es un jugador top mundial con el Real Madrid. El ascenso a la fama le ha llegado muy rápido, pues fue en 2021 cuando el equipo merengue tocó su puerta para hacerse con sus servicios.
A los 18 años se unió a la capital española. Años antes, la familia emigró de Angola a Francia huyendo de una matanza a la que se le conoce como la guerra mundial africana.
Camavinga rememora en una entrevista el pasaje más amargo en su vida, el cual fue el incendio de su hogar.
«En ese momento estaba en el colegio. Por la mañana vi pasar a los bomberos cerca de mi escuela. No me imaginaba que estaría pasando algo en mi casa. Un profesor nos dijo a mi hermana y a mí que nuestra casa se había incendiado. En un principio no me lo creía. Fu la primera vez que vi llorar a mi padre», indicó el mediocampista.
Una motivación para Camavinga
Eduardo además confiesa que dicho suceso encaminó su destino, pues tomó la adversidad como motivación. «Mi padre me dijo que levantaría a mi familia. Es una historia que ahora forma parte de mi vida. Creo que eso me ha permitido ser el hombre que soy hoy en día», confesó.
Ahora, a sus 21, el galo vive en la cúspide del fútbol mundial, siendo una pieza importante en el esquema de Carlo Ancelotti. Actualmente, está llamado a ser la nueva pieza de la zona medular del cuadro blanco, batuta que dejan vacante Kroos y Modric. Aunque la competencia en dicha posición será muy peleada al tener de compañeros a otras promesas.
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