El carismático Federico Zeledón, quien ha forjado una importante carrera dentro de la televisión salvadoreña, ha compartido por medio de sus redes sociales un clip en el que muestra lo orgulloso que se siente de su madre, Gricelda Zeledón.
Esta vez, por la contribución de su madre «a la lucha por la igualdad y la justicia de grupos minoritarios». Especialmente, de las personas sordas, puesto que, Gricelda es una persona con discapacidad auditiva.
Como consecuencia, su progenitora desde siempre se ha interesado en dejar una huella en la sociedad a través de acciones que ayuden a los demás; por lo que destacó que es un gran ejemplo a seguir, motivo por el que se siente totalmente orgulloso. «Cuando era un niño, todos se referían a mí como el hijo de Gricelda Zeledón, la luchadora social. La mujer que siendo sorda decidió ser la primera en graduarse de psicología y que además se quedó dando clases de Piaget en la UCA«, destacó a un inicio del texto que compartió en su cuenta de Instagram.
Federico resalta la importante lucha social de su madre
Asimismo, el motivo, por el cual, el presentador del Informativo Teledos, hizo tan importante mención, fue porque su madre ha sido galardonada con un importante reconocimiento a la lucha que siempre ha mantenido por la igualdad y la justicia a las personas sordas en El Salvador.
Del mismo modo, recalcó que Gricelda es una de las fundadoras de la Asociación Salvadoreña de Sordos. «La fundadora de la Asociación de Sordos y la que se peleaba 24/7 por el derecho de la comunidad sorda a su lengua, la LESA. Quien luchaba porque el sordo viviera su derecho a una educación que no se confundiera con rehabilitación», enfatizó.
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Por su parte, hizo una mención especial que, desde que tanto él como su hermana crecieron viendo a su madre interesada por dicho sector de la sociedad, por lo que, agregó: «mi hermana y yo crecimos entre sordos, al principio celosos de compartir a nuestra madre con su lucha y después, claros, que para eso vino al mundo».
Finalmente, hizo hincapié que es un hijo talmente orgulloso de todo lo que ha logrado su madre hasta el momento. «Años después, mi principal orgullo, sigue siendo ser el hijo de Gricelda (con “C”) Zeledón. El dinero se puede heredar, la gloria es efímera, el poder pasa, pero dedicar una vida a la lucha por la justicia y la igualdad de grupos minoritarios, y más en América Latina, es tener alma de Quijote y el valor del Cid Campeador«.
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