La Fiscalía General de la República (FGR), en conjunto con la Policía Nacional Civil (PNC), ejecutaron nueve allanamientos en diferentes puntos del país para desarticular a una estructura que se dedicaba al tráfico ilegal de personas.
Según las investigaciones del Ministerio Público, los miembros de la banda reclutaban a las víctimas y, posteriormente, las trasladaban con engaños hasta centros nocturnos localizados en el Centro Histórico de San Salvador, donde las obligaban a prostituirse.
Una de las intervenciones ocurrió en una vivienda de Santa Tecla. Aquí, las autoridades incautaron:
- Armas de fuego
- Dinero en efectivo
- Vehículos
- Dispositivos electrónicos
- Documentos
- Un mono capuchino en condiciones precarias, una especie en peligro de extinción
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Modus operandi de estructura dedicada al tráfico ilegal de personas
Una de las víctimas de esta banda fue interceptada en mayo de 2024 mientras se encontraba con su hijo en un parque del Centro de San Salvador. Ahí, una mujer se le acercó para ofrecerle un empleo limpiando casas.
La víctima aceptó y la llevaron a un negocio donde la mantuvieron separada de su hijo, prometiéndole que cuidarían de él. De inmediato le dieron ropa y la obligaron a recibir clientes con los que debía mantener relaciones sexuales.
La víctima nunca recibió ningún tipo de pago y pasó 6 meses sin poder ver a su hijo. Debido al maltrato y explotación, enfermó y acudió a una clínica para ser atendida y solicitó ayuda.
Al regresar al lugar donde la obligaban a prostituirse, un familiar la encontró y la ayudó a escapar de esa red de trata de personas e interponer la denuncia para recuperar a su hijo.