Los llamados “gastos hormiga” representan un desafío significativo para el ahorro, especialmente entre los jóvenes. Estos pequeños desembolsos diarios, como un café para llevar, snacks, suscripciones digitales o el uso constante de aplicaciones de transporte, pueden parecer insignificantes, pero al sumarse, constituyen un impacto considerable en el presupuesto mensual.
Según expertos en finanzas personales, los gastos hormiga pueden consumir hasta el 20% de los ingresos mensuales de una persona. Esto dificulta la capacidad de los jóvenes para ahorrar, invertir o alcanzar metas financieras a largo plazo, como comprar una vivienda o realizar estudios adicionales.
“Antes era desordenada; compraba cosas que no necesitaba y luego tenía que salir a resolver problemas. Ahora hago listas y respeto lo que he planificado”, expresó Emperatriz Miranda, joven salvadoreña que recuerda cómo la falta de control en sus compras afectó su presupuesto.
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Para controlar los gastos hormiga, es fundamental identificar en qué se está destinando el dinero. Además, los especialistas recomiendan hacer uso de herramientas como hojas de cálculo o aplicaciones gratuitas que permitan planificar ingresos y egresos. Asimismo, destinar al menos un 10% de los ingresos al ahorro, con estos tres pasos:
- Tratar el ahorro como un gasto fijo.
- Mantener disciplina y convertirlo en hábito mensual.
- Definir un propósito claro para ahorrar.
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