Con el objetivo de preservar su mayor reserva natural de agua dulce, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, encabezó una campaña de reforestación en la cuenca del lago.
Este recurso natural, llamado Lago de Yojoa, está en peligro por la industria acuícola, actividades agrícolas, deforestación y otros daños ambientales. Así lo señalaron las autoridades.
El plan de rescate se llevó a cabo en el Parque Arqueológico Los Naranjos. A unos 140 km al norte de Tegucigalpa, donde se inició la campaña que busca proteger las cristalinas aguas dulces.
Durante la intervención de la presidenta, señaló la importancia de parar todas aquellas prácticas que van en contra del lago. «El pueblo hondureño, por mi medio, les ordena la suspensión de las licencias de operación ambiental, de la acuicultura industrial de gran escala que está destruyendo nuestro Lago de Yojoa».
El origen de este espejo natural, se atribuye a una erupción volcánica. Tiene una superficie de 89 km2, y una profundidad promedio de 16 metros.
Habitantes respaldan el plan de rescate. Leónidas Perdomo, pescador de la zona, señala que es necesaria la medida. «Nosotros, todos los hondureños, nos tenemos que poner de acuerdo en cuidar el lago, hombre. ¡Este Lago es una perla de oro que nos dejó Dios y no la cuidamos, la descuidamos!».
Orlando SIERRA / AFPTV / HONDURAN PRESIDENCY / AFP.
Factores contaminantes del lago
La asistente del programa de protección ambiental del gobierno, Ninoska Ferrufino, detalló que la mayor de la contaminación la provocan las jaulas de crianza de tilapia de una compañía exportadora.
Pero también, en los alrededores, hay propiedades con ganado, cultivos agrícolas que contribuyen a la contaminación.
«En poco tiempo vamos a contar con charcos, se puede decir, porque es muy grave la problemática que sufrimos en la zona, tenemos que ser conscientes, y llamar a la conciencia de restauranteros, hoteleros hasta de los turistas que nos visitan», añadió.
La presidenta prometió que aplicará «lo que manda la Constitución», cancelando «los permisos y las concesiones ilegales que a gran escala destruyen el ecosistema del lago» para ponerlo «al servicio de la naturaleza, del medio ambiente y de los seres humanos».
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